Después de esto, la intención es volver a Rusia, para dirigirme a Georgia, pasando antes por Volgogrado, antigua Stalingrado, ciudad que recupera este segundo nombre durante 9 días al año.
La sorpresa es mayúscula cuando, en Vladikavkaz, me encuentro la frontera con Georgia cerrada por unos corrimientos de tierras que han sepultado la carretera por completo. Tras barajar varias opciones, no me queda más remedio que dar la vuelta y volver por donde he venido...
A veces las cosas no salen como uno las planea, pero no queda más remedio que adaptarse cuanto antes, y seguir disfrutando del viaje, buscando nuevos horizontes...
A ver qué os parece. Volumen y gaaaaassss!!!!
Muy guapo Aitor, la verdad que si, lo de Kiev impresiona.
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